martes, 16 de junio de 2009

2.4 - Pero... ¿no debería tener sentido todo esto?

Tenemos un personaje que busca su deseo y unos obstáculos se lo impiden. ¿Eso es todo? Bueno, deberíamos aprender algo en el camino. Llámalo moraleja, conclusión, lección...

Al salir del cine nos solemos quedar en silencio, reflexionando sobre lo que nos acaban de contar. Es verdad que no todas las películas tienen vocación de enseñar o aleccionar. La mayoría nos ofrecen un divertimento y poco más, pero entonces nuestra historia se reduce a un cúmulo de anécdotas más o menos vistosas. No hay enseñanzas en lo que hemos visto, las aventuras del personaje nos han aportado poco o nada... y son películas que se venden bien, como las de James Bond. Pero el género aventuras se enfrenta contínuamente al reto del más difícil todavía.
Este tipo de historias se acaban convirtiendo en un cúmulo de ocurrencias cuyo interés se confunde con el espectáculo y sólo se me ocurre cómo evitarlo: Dando sentido a todo lo que ocurra.

Y al llegar a esto volvemos a lo anterior: ¿no debería tener sentido todo esto?

Scorsese, entre otros, nos dice que deberíamos tener un TEMA, algo sobre lo que quisiéramos hablar (la soledad, la ecología, el sacrificio, la pérdida de valores) y sobre eso deberíamos tener una idea clara, una postura bien definida sobre lo que opinamos. Eso es el meollo de todo, la lección que vamos a aprender, la reflexión que tengamos cuando salgamos del cine, la CONCLUSIÓN. Y si está bien argumentada puede que lo que queramos decir, cualquier idea, por loca que ésta nos resulte, sea creíble.

Si decimos: FUMAR MATA, podemos exponer nuestra historia con un montón de gente que sufre enfisemas y toses crónicas. Pero si nos atreviésemos a declarar FUMAR CURA, seguramente más de uno nos saltaría al cuello, pero hipotéticamente bien podríamos buscar datos que nos apoyaran en nuestra premisa: hay gente de más de cien años que ha fumado toda la vida; el fumar provoca una pátina en los bronquios que protege contra los virus; lo que realmente es malo del tabaco son los aditivos que las tabacaleras añaden para conservar el frescor y el sabor, sin contar con la lejía que tiene el proceso de fabricación del papel; no a todo el mundo le afecta el tabaco por igual... en fín algo que pudiéramos demostrar. Lo más seguro es que nuestra historia derive en un canto a la desinformación, pero en definitiva para eso usamos el ARGUMENTO, para argumentar nuestras ideas.

Piensa en tu idea que creas merezca la pena compartir con el resto de la gente, algún punto de vista que consideres sólo tuyo. No tiene porqué ser expresado como una ley (Si matas, te acabarán matando). También puede ser algo como una pregunta ( ¿Porqué las relaciones son tan complicadas? ) o como un juicio de valores (Los alemanes votaron a Hitler: Todos los alemanes son responsables).

Esa conclusión al final puede aparecer como una pincelada apenas perceptible o desviarse totalmente cuando la desarrollas, lo cual no deja de ser interesante. Lo que hay que tener en cuenta es la utilidad que ésta CONCLUSIÓN va a tener a la hora de desarrollar nuestro guión, afectando a las decisiones de nuestros personajes a lo largo de la historia. Luego veremos cómo hacerlo sin que parezca un panfleto y hacerlo creíble.

No hay comentarios:

Publicar un comentario